Porsche 718 Boxster
Diseño: Un re diseño con muchos cambios estéticos
El nuevo 718 Boxster resulta un espectáculo para la vista. No hay más que fijarse en la gente cuando vas montado en él, que se gira con una sonrisa para admirarlo. Su nueva estética es algo más agresiva que la anterior, con multitud de líneas recorriendo el coche y una zaga que verdaderamente intimida. Su aspecto más ancho mejora su aspecto deportivo.
El diseño no resulta continuista, realmente parece un vehículo de nueva generación si observamos su exterior, aunque obviamente guarde cierto parentesco con el anterior. En este aspecto, el Porsche 718 Boxster aprueba con sobresaliente gracias a renovar la mayoría de sus piezas exteriores.
Interior: Cómodo, amplio y con mucha calidad
Acceder al vehículo resulta muy cómodo. Al abrir sus grandes puertas para acceder a este biplaza, encontramos un gran hueco a través del cual acomodarnos. Una vez nos sentamos en los asientos de tipo baquet, nos sentimos como en casa: estos nos abrazan y nos hacen sentir parte del coche.
Pese a ese abrazo de los asientos, hay mucha amplitud: la capota de lona desplegada no nos hace sentir claustrofobia y es algo sorprendente al ver la altura del vehículo desde fuera. Este hecho me ha parecido muy positivo, ya que en algunos cabrios sí tengo cierta sensación de ir demasiado encerrado tras sentir durante un rato el sentimiento de libertad que provoca conducir descapotado.
Los materiales tienen una calidad tremenda y la ubicación de todos los elementos es muy armoniosa. Porsche no renuncia a los botones en torno a la palanca de cambios, pero ha reducido su número para dar protagonismo a su pantalla táctil de 7”, que preside el salpicadero.
Motor: Sobresaliente cambio hacia la tecnología turbo
Montarse en un vehículo como éste y encender el motor (con el mando de puesta en marcha en el lado izquierdo, una seña de identidad en la que Porsche insiste pese a que la introducción de los cinturones de seguridad hizo que cambiase el reglamento y se abandonase la particular forma de tomar la salida en las 24 Horas de Le Mans) es pura fantasía. Cerrar los ojos y escuchar su rugido inicial resulta espectacular pese a haber perdido dos cilindros. Nos anticipa que estamos ante un deportivo que ofrece emociones fuertes.
Quizá el nuevo sonido del Boxster pierda cierta esencia respecto al seis cilindros. Reducir el número de cilindros y añadir un “tapón” al flujo de los gases de escape al incorporar el turbo hace que renuncie a cierta musicalidad y, si amas su pureza, puede que te resulte algo artificial. Eso sí, el trabajo de Porsche con el escape hace que mantenga garra y espectacularidad.
Consumo: El cambio PDK, mucho mejor que el manual
Aquí encontramos otro motivo para adquirir el cambio PDK. Además de mejorar a nivel de prestaciones, el Porsche 718 Boxster mejora sus consumos al equipar el cambio automático de manera notable. Por las características de la prueba, no hemos podido hacer una valoración exhaustiva de los consumos reales del vehículo, para ello habrá que esperar a una prueba más en profundidad, pero sí os podemos dar los registros homologados.
Comencemos por el 718 Boxster: en urbano, la diferencia entre el cambio PDK y el manual es de 0,9 l/100 km (9,9 l/100 km frente a 9,0 l/100km). En interurbano, la distancia entre ambos se reduce (6,0 l/100 km con el manual, 5,7 l/100 km con el PDK).
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